Bolsonaro ataca al pueblo humilde persiguiendo a la medicina solidaria cubana
Ramón Pedregal Casanova*
Ellos vinieron.
“Cuando los
nazis vinieron a buscar a los comunistas, guardé silencio, porque yo no era
comunista. Cuando encarcelaron a los socialdemócratas, guardé silencio, porque
yo no era socialdemócrata. Cuando vinieron a buscar a los sindicalistas, no
protesté, porque yo no era sindicalista. Cuando vinieron a buscar a los judíos,
no pronuncié palabra, porque yo no era judío. Cuando finalmente vinieron a
buscarme a mí, no había nadie más que pudiera protestar.”
Autor: Martin
Niemöller – Bertolt Brecht.
Como Hitler,
Bolsonaro es un militar racista, xenófobo, anticomunista. Como Hitler,
Bolsonaro ganó unas elecciones. Vuelve el amigo de la dictadura, así lo ha
manifestado, admira, añora aquel pasado, así ha dicho. ¿Diremos, “Ellos
vinieron”?: Cuando los nazis vinieron a buscar a los comunistas, guardé
silencio, porque no era comunista. Guardé silencio, no protesté, no pronuncié
palabra. Cuando finalmente vinieron a buscarme a mí, no había nadie más que
pudiera protestar.
Bolsonaro ha
advertido de su intención de perseguir a los comunistas, aprueba el
encarcelamiento de Lula, socialdemócrata, quiere acabar con los sindicalistas,
con los Sin Tierra, amenaza a quienes no sean blancos, es amigo del sionazismo,
ha hecho campaña por que vuelvan a crearse los escuadrones de la muerte, el
terror le ampara, y empieza por condenar sin médicos a los 114 millones de
pacientes que el personal médico cubano ha atendido en éstos últimos años,
gentes pobres de tres mil 700 poblaciones, de las cuales casi 700 no habían
conocido nunca un médico.
Del Programa
Más Médicos el 80% eran cubanos que asistían en los lugares de gentes
paupérrimas hasta el último de los extremos, llegaban a los lugares más
apartados y recónditos de la selva amazónica. El pueblo cubano ha aportado 14
mil médicos para la atención de la población más desamparada. Como ha declarado
la presidenta Rousseff, “su pérdida es irreparable a corto y medio plazo”.
Entre las
primeros exabruptos que ha escupido Bolsonaro destacan los dirigidos contra
Cuba, primero advirtió de su intención de romper relaciones diplomáticas,
insultó a la democracia cubana, y conforme pasaban los días fue subiendo el
tono hasta despreciar y amenazar a la delegación de solidaridad que cuida de la
salud de la población brasileña más delicada, a la que muy pocos médicos
brasileños quieren atender.
Comienza la
escalada represiva. La mano en alto de Bolsonaro empieza a verse. Es una gran
tragedia. Quitar la ayuda médica internacionalista que Cuba entrega a gentes
que no han tenido acceso ni siquiera a un médico en su vida, personas ancianas,
adultas, jóvenes y niños y niñas, suena a cristales rotos. La conocida “noche de
los cristales rotos”, en la que Hitler y los suyos atacaron a la población de
creencia judía, la noche del 9 al 10 de noviembre del 1938 viene a coincidir en
fecha, día y mes, transcurridos 80 años. El Programa Más Médicos, tras las
amenazas del propulsor del ideario hitleriano, ha sido suspendido.
Hasta la fecha
no había espacio en blanco entre la población más necesitada de Brasil y la
ayuda médica cubana, los dos han estado juntos ante los problemas de salud,
unos los necesitados, otros los solidarios, los dos formando la misma vida.
Bolsonaro es el causante de la grave desconexión.
Solidaridad es
compartir para cambiar, por eso el internacionalismo es antimperialista, el
imperialismo pretende conservar todo bajo su mano; y el internacionalismo pretende
cambiar y dar los derechos y beneficios a toda la población empezando por los
más humildes.
En las casas
familiares los medios del imperio siembran la propaganda del imperio, y ahora,
en tiempos de crisis imperial, el capitalismo busca recursos, Brasil es una
pieza de primer orden, y con un gobierno de mano en alto se garantiza el
racismo, el odio a los humildes, y se ensalza la división social, la
desigualdad. El hijo natural del imperialismo es el fascismo.
Ellos vinieron, el poema de Martin Niemöller – Bertolt Brecht, comienza hoy por la
población más pobre de Brasil y la solidaridad internacionalista médica cubana,
que no se ha callado nunca ante el imperio, que ha defendido a los más pobres
de la Tierra siempre, aun sufriendo el más largo bloqueo de la historia.
* Escritor y
periodista español
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